Se trata de una avioneta impresa al 100% con una impresora 3D. Es ni más ni menos que la Cessna 152 Radiocontrol (RC). Este proyecto comencé a fabricarlo sobre septiembre de 2017 y lo terminé para abril de 2018.
Esta avioneta está diseñada por 3DLabPrint y en su página podréis encontrar muchísimos modelos 3D de aviones que han diseñado. Los archivos cuestan dinero, pero es más que entendible teniendo en cuenta las horas de diseño que han podido echar en cada modelo.
Entrando más en detalle: tardé más de 230 horas en imprimir todas las piezas – sí, son muchas horas – pero hay que tener en cuenta que la avioneta mide 1,2m de largo y tiene una envergadura de 1,5m. En total son unas 50 piezas y la mayoría son piezas grandes. Además, los neumáticos también se pueden imprimir con filamento flexible, aunque en mi caso los compré porque en aquel entonces no tenía la impresora adaptada para imprimir con este filamento.
Impresión de la pieza más larga (16h). 
Interior del avión.
La avioneta, al igual que es grande, también pesa bastante. Pesa alrededor de 1.7kg sin batería. Su peso total con todo lo necesario para despegar son 2.0kg más o menos. Su «stall speed» es de 24km/h y su velocidad aconsejada 70km/h, aunque puede alcanzar 105km/h.
En cuanto a la electrónica, lleva una pala (hélice) de 11 pulgadas con un paso de 5,5. El motor es de 1000kv 40A, y puesto que la batería es 4s (14.8v), puede llegar a las 14800RPM. Los servos que lleva montados para el movimiento de los alerones, flaps, elevador, timón y dirección de la rueda son unos Turnigy con 3.0Kg de fuerza. Para el control del avión utilizo una FrSky Taranis QX7.
La avioneta es una pasada como vuela, y aunque necesita prácticamente un campo de fútbol sala de 40m de largo para aterrizar y despegar, merece mucho la pena ya que es un avión tranquilo y fácil de volar, aunque claro está que si también buscas hacer acrobacias con ella, va a responder perfectamente.
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